jueves, 30 de junio de 2016

EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN EN LA DISLEXIA

Antes de diagnosticar a un niño con dislexia, habrá que ver si sus dificultades se deben a un retraso simple del lenguaje (RSL), un trastorno específico del lenguaje (TEL) o un retraso fonético o fonológico, hay que adquirir bases estables desde el inicio del aprendizaje, pues este es acumulativo.
Lo primero que hay que hacer cuando un niño presenta alguna dificultad es realizar algunos test, como el WIC-R para medir la inteligencia, el K-ABC, TALE, etc.

Hay que detectar tempranamente las dificultades, realizar una intervención preventiva mediante estimulación cognitiva, lectura compartida y desarrollar las habilidades prelectoras (conciencia fonológica) como la conciencia léxica, conciencia silábica y durante la enseñanza lectoescritora: la conciencia fonémica y principio alfabético.
Aunque la dislexia es un trastorno permanente, con una intervención precoz se pueden superar muchas dificultades.

Hay que evaluar las habilidades prelectoras, para concretar en qué momento del desarrollo prelector se encuentra el niño/a, para que pueda enfrentarse al aprendizaje con éxito con tareas de evaluación de habilidades prelectoras:
  -Conciencia léxica.
  -Memoria fonológica por repetición de sílabas.
  -Discriminación de pares mínimos.
  -Nombrado rápido de imágenes.
  -Acceso al léxico.
  -Segmentación silábica.
  -Identificación fonémica.
  -Omisión silábica.
  -Omisión fonémica.
En la transición del principio alfabético, hay que comprobar la integración de las RCFG y RCGF:
  -RCGF. Identificación.
  -RCGF. Lectura.
  -RCFG. Reconocimiento.
  -RCFG. Escritura (dictado).

En la etapa de lectoescritura, hay que evaluar una serie de procesos:
  -Eficiencia lectora.
  -Fluidez lectora (sílabas).
  -Lectura de palabras y pseudopalabras.
  -Decisión léxica (lectura).
  -Decisión ortográfica.
  -Dictado sílabas.
  -Dictado de palabras y pseudopalabras.
  -Dictado y copia de oraciones.

Por último se interviene según el área afectada:
     -Conciencia fonológica o segmental: Aislar las palabras de una frase u oración, aislar las sílabas de una palabra, aislar los fonemas de una sílaba, etc.
     -Lectura: Identificar la ruta con deficiencia. Para trabajar la lectura, deben diferenciarse dos aspectos. Por un lado la precisión y la fluidez lectora, y por otro, la lectura comprensiva. Para conseguir una adecuada fluidez lectora trabajaremos con lectura repetida, asistida o moderada y acelerada. Para la comprensión lectora enseñamos  estrategias para que el lector construya el significado de forma activa y consciente.
     -Escritura: Se trabaja sobre la grafía, con motricidad fina y mejorando la postura al escribir, la ortografía natural y arbitraria y la expresión escrita.

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